viernes, 24 de febrero de 2012

¡Socorro! ¡Mi visita no se va!

Yo no soy de los que suelen invitar a gente a casa para "pasar un buen rato", para eso prefiero moverme yo, prefiero llevar el control yo sobre cuando irme y preferiblemente no quedarme a dormir, ya que con eso hay un riesgo de caer en la regla de las 48 horas, pero por otro lado está el mañanero que siempre te alegra el día así que dependiendo de la resistencia del otro y de la comodidad de su casa se decide el tiempo que se queda en su casa, eso sí, jamás pasar del mediodia, es la regla más básica para no caer. 

Pero en el caso de que terminemos en mi casa porque el otro viva con sus papis, viva en Pinto, tenga compañero de habitación o las tres cosas a la vez con un pedo de cojones con el que todo el mundo es maravilloso pero al dia siguiente tras la sorpresa de “tengo a alguien encaramado”, el buenos dias con el aliento de Dog chow y la charla absurda resacosa que siempre empieza por el “¡lo que bebí anoche!” (Que justifica cualquier cosa que dijese o hiciese) y termina en el “¿tienes agua?” (Que en realidad es “¡Ve a por agua!!”), ves que no hay nada que escarbar y hay que echarlo de cualquier manera pero por alguna razón te da cosa, ya sea por compasión, porque te cae bien, porque le prometiste el cielo y la tierra para llevártelo a casa o porque hace juego con la casa. 

Aquí una serie de sugerencias para librarse de ellos:

Para los que no les importe lo que piensen de ellos siempre pueden empezar una charla horrorizante sobre la última película de Adam Sandler o poner algún disco de fondo de El Canto del Loco o directamente reggaeton, valen todos, también puedes ponerte a hacerle las coreografías de Lady Gaga o ponerle Torrente y tirarte pedos a coro con Santiago Segura. Todo con tal de que salga corriendo horrorizado pensando que eres la persona con peor gusto de la tierra. 

Los sinceros lo mejor que pueden hacer es un “Tu tiempo conmigo ha terminado” como si de reality de televisión barato se tratase, puedes ir desde la brevedad de Nuria González en “El rival más débil” (Adiós) o enrollarte en discusiones chonis absurdas que no llevan a nada a lo “Mujeres y Hombres y Viceversa”, tu verás. 

Los sutiles lo que tienen que hacer es insinuar siempre que tienen mejores cosas que hacer que estar con el otro y claro, son obligaciones no las puede dejar de lado, lo mismo puede ser un “Uy, pues tengo un montón de deberes que hacer para la uni” que también vale un “Uy pues tengo que ver la peli de Antena 3 de esta sobremesa, es sobre una tia que se mete en una lavadora y aparece en una realidad alternativa, me muero por verla”. 

Los tacaños pueden empezar a hacer la comida para él solo, como decía mi madre cuando iba de pequeño de visita a una casa “Cuando oigas que están haciendo ruido con los platos es que quieren que te vayas ya”, pues eso mismo, si no se va por compromiso se irá por no comerse la coliflor cocida aliñada con agrio de limón y mayonesa de bote que hay para comer. 

Los fantasiosos pueden inventarse una historia de princesas y castillos encantados donde él es una persona que anda buscando el amor desesperadamente y tiene que comprometerse con la primera persona que yazca a su lado, por lo que si el otro ha estado toda la noche contigo tendrá que casarse contigo. El objetivo es apelar al miedo al compromiso

Los directos pueden recurrir directamente al “¿No tienes casa?”, puede resultar algo brusco pero enterarse se entera (hay algunos que ni así se enteran), en este caso se debe completar la frase con un “Te estará echando de menos y yo ya te tengo muy visto”. 

Los que tienen alma empresarial pueden empezar todo un discurso sobre el valor de su trabajo la noche anterior destacando sus puntos fuertes (si acertaba...) y los débiles (que no se escape nada...) y terminar con un “Tu periodo de prueba ha finalizado con resultados negativos”

Los estratégicos pueden tener acordado con su compañero de piso/amigo que vive cerca que a una señal vengan a casa y se hagan pasar por su novio, mientras le pides al otro que no diga nada de lo que pasó la noche anterior que te gusta mucho pero que estás en una relación con una persona muy maniática, celosa y agresiva. 

Los mentirosos pueden recurrir al mismo juego de prometer cielo y tierra con tal de que se vaya en el acto ya que va a aparecer su prima/madre/abuela en media hora y no sabe que es gay, dándole teléfono, facebook y hasta 10 euros para taxi, todo con tal de quitárselo de encima. 

Los subliminales pueden tener la habitación llena de señales de tráfico que indiquen a la puerta y por si fuera poco ponerse de tono de móvil “Get out of my way” de Kylie Minogue, toda una declaración de intenciones. 

Si todo esto no te funciona y lo tienes todavía en casa mientras lees este post apurado intentando encontrar soluciones puedes adoptarlo como pornochacha o llamar a la perrera municipal porque vamos si resiste todo esto se tiene en muy baja estima y para estar así que venga alguien y lo recoja. 

Si me tengo que decantar por alguna elegiría la sutil, tampoco es plan de ser borde ¿y tu? ¿Tienes alguna otra? ¿Te han hecho alguna otra?

4 comentarios:

Naxo De Rodillas dijo...

jajaja me ha encantado el artículo...yo directamente palmadita en la espalda, le digo lo bien que ha estado y sutilmente le voy pasando prendas de ropa, que mi casa no es un hostal!

Oriol De Rodillas dijo...

Yo he hecho y me han hecho lo de "es que mañana madrugo y mejor que te vayas que no te quiero hacer madrugar" xD

Pero en mi caso todo depende de cómo se haya portado en la cama. Si ha estado bien, no me importa que se quede a dormir, sino... me pongo con las tácticas de echarle :P

lasbragasrotas dijo...

Yo ya me estoy poniendo Get Outta My Way de tono...

Zeus De Rodillas dijo...

Oh que gran olvido, con la de veces que la he hecho (y me la han hecho jaja) el miedo a madrugar puede ser mayor que el miedo al compromiso xDD