jueves, 5 de abril de 2012

Inocencia empotrada


Cuando llegué a Madrid se me fue la cabeza bastante, es algo que suele pasar a la mayorí­a de la gente de pueblo en la que la única opción gay era el tí­pico gordo afeminado con cachetes, por eso la cantidad de hombres disponible y el atontamiento que produce estar de rollo con un tio que es lo más gilipollas y manipulador que puede existir (el ya previamente mencionado Ander) aunque no todo tuvo que ser malo.
Una de las peores cosas de estar enchochado con un gilipollas es que le sigues donde sea y tras una noche de fiesta juntos y mucho alcohol, le da por darle una vuelta a la relación y visitar una sauna juntos, que además de ir con un tio que me gustaba, encima era mi primera vez.

Por supuesto además de ser novato en la sauna, era también novato en el sexo por lo que sabía poco del lenguaje de las saunas y de cómo comportarse más allá de las miradas así­ que él ejercía de maestro y yo de alumno. Nuestro primer hombre fue un machote latino feo como él solo pero con un cuerpo impresionante, él se empeñó en traerlo a pesar de que en principio me negase por lo feo que era, y es que él además de ver esos abdominales habí­a tocado lo que había debajo de la toalla, un pollón de los que pocos se ven que impedía a la vista mirar a otro lado, tras verlo cerró la puerta e hicimos un trí­o donde los dos quedamos empotradísimos. Tras ello abrió la puerta abriendo también la participación a los que se quisieran unir aprovechando mi juventud e inocencia para atraer a los más buenorros a nuestra cabina. Sí­, me usaba, pero en este caso no me molestaba.

Tras esa primera experiencia nos fuimos a descansar al bar y tan zorra como era consiguió que nos invitasen unos señores a un par de copas, para reponer sales minerales y eso. Una conversación, un intento de dejarme por los suelos y un zas en toda la boca más. Más tarde nos fuimos cada uno por nuestra cuenta, ya por supuesto sabía algo sobre qué hacer, si alguien se te queda mirando y le mantienes la mirada es el "Hola", si se acerca y os tocais mutuamente es el "¿Que tal?" y la polla es "¿Follamos?", ¡palabras para qué os quiero! , tras ver a un chico más que interesante a la par que majo y la no conversación nos metimos, aunque sea raro empezamos con magreos y demás, algo que en las saunas no es común, pero igual era su primera vez también por probar, pasamos a las mamadas surtidas en diferentes postureos y tras ello un polvo bastante bueno, un chico a considerar que incluso me dio su teléfono pero yo claro le dije que "estaba" con el otro idiota.

Tras esto llegó la hora del cierre y el reencuentro con Ander sin comentar mucho lo que habíamos hecho por separado, que tampoco es plan y a su cama a descansar.

Como primera vez en la sauna (por cierto, era la Cristal, una de las peores) estuvo genial, sirvió para darme cuenta con qué clase de persona me estaba yendo, que no iba a conseguir nada serio ni estable con él. También aprender como estar en un sitio como ese, qué hacer y también que no todos van a lo mismo.

¿Cómo fue tu primera vez en un local de sexo?

By: Zeus

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