viernes, 9 de marzo de 2012

Do's y don'ts del paseo de la vergüenza


Sin duda lo peor de ser visitante a la hora del sexo es volver a casa después de haber dormido en casa del otro al dia siguiente, ya te diga el otro que le da igual que te quedes no quiere que te quedes, está siendo amable, a nadie le apetece estar de resaca junto a otra persona que tiene el aliento de un tigre de bengala, a menos que se note que surja algo entre los dos (jajaja ni de coña), dificil porque seguramente estabas borracho como una puta y te fuiste con otro tan borracho como tú.



Lo primero es evitar cualquier intentona de quedarte a comer, lo que para tí puede ser ponerte como una cerda (de comida ésta vez), el otro lo puede ver como el principio de algo bonito y para tí puede serlo de una reacción alérgica y como se come en casa no se come en ningún sitio, es más, ¿quién necesita comer de resaca? Agua y punto. Ojalá haya un dia en que el suero de los hospitales se comercialice en Carrefour.... ¡Sería sueroinómano!

Tanto si ha habido ajetreo como si no, tu pelo estará peor que el de Mario Vaquerizo el dia de la paga por lo que hay que aprovechar cualquier fijador que tenga en casa (excepto el de la de Callejeros), yo recomendaría que tengas un bote de laca en tu casa por si acaso la visita la necesita, que a mí es lo único que me soluciona. En el caso de que sea gente tan así que no tenga nada siempre puede servir un poco de Coca Cola.

Comprueba que llevas todo, no vaya a ser que un pequeño olvido pueda dar lugar a un segundo encuentro, un café, un cruce de miradas y con dos o tres cosas más estás haciendo Orioladas mientras planificáis vuestra boda escuchando de fondo a Amaia Montero versionando a Kenny G, si es algo como los calzoncillos de follar, déjalos, hay más, lo máximo que puede hacer con ellos es fetichismo.

Por el camino por mucho moro con gafas baratas no te dejes llevar, terminarás con las gafas más feas que tenga, en ese momento no tienes criterio, estás exhaltado o frustrado, según haya sido la compañía, además no has dormido porque seguro que roncaba, te tenía en una esquina a punto de caerte de la cama, estaba en modo pulpo o te violaba en cuanto te quedabas dormido, por lo que te durará el pedo de la noche anterior y no, no eres Lady Gaga, no te pagan por vestirte de payasa.

En el camino a casa evita cualquier parón para sentarte y descansar un poquito en cualquier banco, lo que tu ves como un minuto (que en realidad serán dos horas) de alivio para tu ajetreado cuerpo, desde fuera se ve como la Greca que terminó en la calle. Sólo imagínate con la ropa de la noche anterior, las rodillas sucias, el pelo grasiento, cara de zombie, desayunándote una Mahou y dormido en un banco. Por favor esas cosas déjaselas a la próxima diva teen que caiga en rehab (Votos para Miley Cyrus: 100, Votos para Rihanna: 1000), ten un poco de más clase y date un último empujón hasta casa.

Por supuesto evita mediar palabra con señoras insolentes que se quejan de cómo está la juventud, padres que tapan los ojos a sus hijos o maricas mayoras que te ven vulnerable, tu boca va a tener un mix raro (alcohol, tabaco y penes), los dos primeros se irán corriendo, el tercero puede que le ponga hasta más cachondo, pero recuerda, ¡no tienes criterio!

Llega la entrada a tu portal, la vieja impertinente que tienes de vecina te mira como si fueses un rojo en plena guerra civil y si fuera por ella también te fusilaba, pero no importa lo que quiera hacer, lo mejor es ir corriendo al ascensor, pasar del portero que te tirarías en cualquier momento en el cuarto de contadores y pensar que no te ha visto salir el dia anterior como la Bestia en el baile pre-polvo y regresar como Amy Winehouse de San Canuto.

Enhorabuena, has llegado al destino deseado, ducha y a comer macarrones como si los fuesen a prohibir.

¡Ahora es turno de compartir tus trucos!

1 comentario:

Naxo De Rodillas dijo...

A mi ese paseo a casa me encanta, puedo tener las peores pintas del mundo, pero yo voy con una sensación de triunfador que se ha comido el mundo (cuando en realidad lo que me he comido ha sido un gran pollón, con suerte) que no me la quita nadie, por mucha mirada juiciosa que me dediquen :p